En medio de este recorrido, la vida misma, con sus cambios y desafíos, me ha permitido crecer. Vengo de una familia numerosa, donde siempre hay cumpleaños por celebrar, y mis cuatro hijos son la energía vibrante que llena mi hogar, siempre en movimiento con los desafíos propios de cada etapa.

Disfruto del mar, las caminatas por el bosque, los juegos de mesa en familia y escuchar música mientras conduzco. Me encanta reunirme con amigas y charlar con mi madre sobre terapias, energía y la vida misma.

¿Significa que con mi espiritualidad y conexión, las cosas han sido siempre fáciles? ¡Para nada! Por eso llegué hasta aquí. Siempre he sido curiosa, una buscadora de respuestas, encontrando en el camino diversas técnicas sanadoras que primero probé en mí misma y en mis seres queridos, enamorándome de los resultados.

Así llegué a TRE y más tarde a las Constelaciones Cuánticas, que me ofrecieron una perspectiva mucho más amplia de la vida y las emociones, ayudándome a comprender desde afuera por qué suceden las cosas. Sin embargo, cuando descubrí la Desprogramación de Implantes Emocionales, supe de inmediato que eso cambiaría mi vida para siempre.